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Testimonios

Centro Quiropráctico Centro Quiropráctico Centro Quiropráctico

Dr. Brent Kolybaba

Después de recibir cuidados quiroprácticos estaba al cien por cien, pero también notaba otras sensaciones que nunca sentí antes con otros tipos de cuidados: más energía, más ganas de hacer deporte, mayor rendimiento y más concentración. Después de todos estos cambios positivos que notaba, quise ser quiropráctico.

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Dr. Brent Kolybaba

(co-fundador del Centro Quiropráctico)

A todos los que busquen maximizar la fuerza vital que todos tenemos dentro de nuestros cuerpos.

Soy el Dr. Brent Kolybaba y mis mejores amigos me llaman Koly. Mi primer contacto con la quiropráctica empezó mientras estaba estudiando mi acceso a la universidad hace casi 20 años.Estaba en tu situación, estaba buscando a alquien que me ayudara. Estaba buscando una solución y no sabía cómo iba a afectar a mi vida. Tenía dolores de cabeza tan fuertes que no podía concentrarme; los dolores estaban afectando a mis estudios drásticamente.

Fuí a mi médico y me dió un tratamiento de fármacos. Bueno, lo único que notaba era que me dolía el estómago. Volví a mi médico. Esta vez me presentó a un quiropráctico. Después de los cuidados quiroprácticos estaba cien por cien mejor. Pero también notaba otras sensaciones que nunca sentí antes con otros tipos de cuidados. Notaba más energía, más ganas de hacer deporte y con mejores rendimientos y más concentración. Entonces podía estudiar mejor. ¡Que bueno!

Gracias a ese momento y después de todos estos cambios positivos que notaba, quise ser quiropráctico e hice lo mismo. Quería transmitir esta experiencia a otras personas incluyendo mi familia. Pero todo lo anterior solo fué el comienzo. Empezé porque tenía dolores como los demás que vinieron a conocer la quiropráctica. Pero descubrí que era mucho más, descubrí que la quiropráctica es algo muy especial y es una forma de vivir.

No quería ser ningún otro profesional. Llevo 20 años y mis padres unos años menos bajo los cuidados y no vamos a mirar atrás. Mi hija, Bianca, lleva casi 6 años de cuidados y recibió su primer ajuste quiropráctico cuando tenía 10 segundos de vida. He visto miles de personas beneficiarse de la quiropráctica de una forma u otra. Estamos cambiando vidas, una detrás de otra. La quiropráctica es muy sencilla y me encantaría que todos la descubriérais. Estoy ciento diez por ciento dedicado a informar, educar, divulgar, ajustar y cuidar tantas familias como pueda porque es siempre malo tener subluxaciones (interferencias) en la columna de cualquier persona.

También necesito tu ayuda para conseguir nuestra misión. Esa es la única cosa que les pido, porque hay mucha gente buscando lo mismo, buscando algo como la quiropráctica que sabe que existe como Teruel. Nuestra misión es crear un centro quiropráctico excepcional que se esfuerza en desarrollar y mejorar el potencial humano de tantas familias como nos sea posible.

Estamos comprometidos en educar y motivar a nuestros pacientes usando los principios básicos y la filosofía vitalista de la quiropráctica. Trabajamos con dedicación para corregir el complejo de subluxación vertebral en personas y familias conscientes de su bienestar, para que así puedan alcanzar sus objetivos de salud y disfruten la vida con plena salud.

Sinceramente tuyo.
Brent Kolybaba.

Jesús Vicente

Cuando llegué al centro estaba fatal, fui en silla de ruedas (…). Llevo cuatro meses recibiendo ajustes, dejé atrás la silla de ruedas, comencé a andar con el andador y conseguí dejarlo también por las muletas. Ahora voy con bastón y espero mejorar más todavía.

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Jesús Vicente

(Paciente)

Me llamo Jesús y tengo 74 años cuando llegué al centro estaba fatal, de hecho vine con la pierna arrastras y en silla de ruedas. Siempre había sido una persona muy activa, mi profesión era policía pero también tenía un gimnasio donde impartía las disciplinas de judo y defensa personal; así que verme en una silla de ruedas me superaba. Había tenido dolores alguna vez en la pierna pero empezaron a intensificarse, comencé a tener calambres cada día iba a más y tenía que andar encorvado. Finalmente un día que ya no pude más llamé a una ambulancia que me llevó a urgencias. Me pusieron una inyección para calmar el dolor y surtió efecto pero de rodilla para abajo no sentía la pierna. Me clavaban agujas y no sentía nada.

Un día mi hija me pidió hora en el centro quiropráctico y acudí a la cita pensando que no había nada que me pudiera ayudar. No pudieron hacerme todas las pruebas porque no podía mantenerme en pie. Además tenía la pierna hinchada desde la cadera hasta el pie. Llevo cuatro meses recibiendo dos ajustes semanales y he recuperado más de lo que pensaba. Dejé atrás la silla de ruedas, comencé a andar con el andador y conseguí dejarlo también por las muletas. Ahora voy con bastón y espero mejorar más todavía. Mi pierna tan apenas está hinchada y lo que es más importante estoy empezando a recuperar la sensibilidad en ella. No tomo nada de medicación sólo vitamina B1.

Antes no podía mantenerme en pie y ahora me ducho solo, incluso conduzco. Mis amigos y familiares ven un cambio en mí, por eso mi hija, mi mujer y mi nieta también reciben ajustes quiroprácticos. Gracias a mi fuerza de voluntad y a la quiropráctica he mejorado mucho, estoy encantado, voy poco a poco pero seguro.

Enero 2009.

Nieves Tormes

He experimentado varios cambios que han afectado a mi vida. A mis amigos y familiares les diría que con la Quiropráctica mi vida está cambiando, es mejor.

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Nieves Tormes

(Paciente)

Cuando llegué al Centro mi estado era fatal con dolor de caderas, sin poder ni dormir de costado. Tenía las caderas como bloqueadas y en la zona lumbar. Llegué con el propósito de dormir mejor y tener una vida más normal, recuperar mi calidad de vida.

He experimentado varios cambios que han afectado a mi vida. Por la noche descanso mucho mejor, y sin bloqueos (como yo los llamo). Al dormir mejor me encuentro también mejor. Tengo todavía algunas molestias en el cuello, cervicales y la cabeza. Pero aún así para mí la vida es mejor porque no tengo tanto dolor como antes.

A mis amigos y familiares les diría que con la Quiropráctica mi vida está cambiando, es mejor. Todavía no he conseguido del todo el propósito con el que vine, me falta alguna “cosica”, pero estoy en el camino.

Marcos González

Por casualidad alguien olvidó en un hotel donde me alojaba un folleto acerca de la quiropráctica. Mentiría si no reconociera que no me creía nada. Después de tanto tiempo sufriendo, aquello sonaba a canto de sirenas. Decidí probar, no tenía nada que perder. Así fue cómo acudí al gabinete quiropráctico de Koly y Ben (…). Afortunadamente la esperanza fue más fuerte que el escepticismo y decidí confiar en la quiropráctica. El resultado fue sorprendente.

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Marcos González

(Paciente)

Hola, me llamo Marcos González y tengo 38 años. Cuando tenía 20 me lesioné la espalda practicando mi deporte favorito. Desde entonces comencé a padecer un dolor constante en la zona lumbar, de donde irradiaban calambres hacia ambas piernas. A pesar de que podía hacer vida normal, cualquier gesto, por pequeño que fuese, se traducía en molestias y sufrimientos. Saltar un charco, bajar el autobús, agacharse, …, todo implicaba dolor. Asimismo tenía dificultades para conciliar el sueño y descansar adecuadamente, lo cual repercutía negativamente en mi calidad de vida. Por supuesto, cualquier actividad deportiva no hacía sino empeorar las cosas, por lo que decidí abandonar todo ejercicio físico. Mi salud había entrado en un círculo vicioso del que parecía imposible escapar.

Con el fin de solucionar mi problema acudí a diversos especialistas. Estos me prescribieron tratamientos paliativos de eficacia relativa, pues se trataba de soluciones parciales y temporales, en muchos casos con efectos secundarios. Dieciséis años después de la lesión, estaba resignado a padecer molestias de por vida. Pero entonces ocurrió un pequeño milagro, una carambola del destino.

Por casualidad alguien olvidó en un hotel donde me alojaba un folleto acerca de la quiropráctica. Me intrigó. El enfoque me sedujo desde el principio, aunque mentiría si no reconociera que no me creía nada. Después de tanto tiempo sufriendo aquello sonaba a canto de sirenas. Sin embargo, decidí probar. No tenía nada que perder.

Así fue cómo finalmente acudí al gabinete quiropráctico de Koly y Ben, donde escuché, no sin escepticismo, una charla informativa. Una parte de mí se negaba a creer; la otra, sin embargo, dudaba. Afortunadamente la esperanza fue más fuerte que el escepticismo y decidí confiar en la quiropráctica. El resultado fue sorprendente.

Hace poco más de dos años mi vida tenía como compañeros el dolor, los calambres y el mal humor. En este tiempo, los calambres y el dolor han ido atenuándose hasta prácticamente desaparecer. Hago deporte, me encuentro de mejor humor, más ágil. Se podría decir que me he reconciliado con mi propio cuerpo, con el que parecía estar enfadado. Ahora le dedico estiramientos y cuidados que complementan a la perfección el tratamiento quiropráctico. Los beneficios de cada ajuste se suman a los anteriores; cada cuidado que se dedica al cuerpo prepara adecuadamente cada ajuste. El círculo vicioso se ha transformado en un círculo virtuoso. ¿Milagro? No. Quiropráctica.

Sirva este testimonio para aquellas personas que tienen dolores y una merma evidente de calidad de vida. Les animo a que den una oportunidad a la quiropráctica. Estoy convencido de que se sorprenderán. Les aconsejo paciencia y perseverancia, y también confianza. Están en buenas manos.

También sirva mi testimonio como sentido homenaje en memoria de nuestro inolvidable amigo Koly, que junto a Ben y al personal del centro quiropráctico, trasmitió con entusiasmo, calidez y profesionalidad los principios de salud y bienestar de la ciencia quiropráctica.

Luis Miguel Lera

Tengo los pies valgos, escoliosis, una dismetría,… Eso me producía muchos dolores (…). Podría rellenar folios y folios contando todos los cambios físicos que he notado desde la cabeza a los pies, por no hablar de cómo estoy emocionalmente.

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Luis Miguel Lera

(Paciente)

Me llamo Luis Miguel Lera. Cuando llegué estaba en un estado deplorable. Lo mío es genético, nací así, tengo los pies valgos, escoliosis, una dismetría,… Eso me producía muchos dolores, sobretodo en las caderas. También tenía muchos problemas en el lado derecho, mucha tensión en las cervicales y ello afectaba a mi oído y garganta. Iba a los médicos de la seguridad social y, como no podían dar explicación a lo que pasaba, me hacían pruebas y más pruebas. Me sometí a una resonancia magnética nuclear, un TAC, un scanner, y no encontraban nada. Esto afectaba también a mi estado anímico. Me recetaban medicamentos pero nunca he querido tomarlos.

Acudí a vuestro centro porque iba mi hermano. Empecé a recibir mis ajustes y hoy por hoy puedo decir que he mejorado un 100% y sólo hace cuatro meses que me ajusto. El cambio es total: duermo mejor, mis digestiones son mejores, desapareció la tensión cervical y por lo tanto los dolores de cabeza; es más hace mucho tiempo tras un golpe se me desvió el tabique nasal y ahora ya no tengo ni sinusitis ni rinitis.

Podría rellenar folios y folios contando todos los cambios físicos que he notado desde la cabeza a los pies, por no hablar de cómo estoy emocionalmente. Al principio con los primeros ajustes tenía un poco más de sueño pero al mes estaba más activo que nunca, con mucha energía, parecía que me había tomado una “sobredosis de vitaminas”. Ya no tengo la ansiedad que tenía antes.

A mis amigos y familiares les digo constantemente que tienen que venir, que no hay que esperar a tener algún problema. Puedes ir a que te chequeen, siempre se puede mejorar. Cuando hablo de la quiropráctica con alguien doy mi pequeña charla particular y reparto tarjetas. Sé que la quiropráctica no es conocida en España yo doy un poquito de información y después recomiendo que vayan a la charla.

He conseguido mucho más que mi propósito inicial, ¡¡¡mírame estoy como si tuviera 15 años!!!

19 de julio de 2006.

Paloma

Tenía muchos conocimientos sobre patologías y sobre tratamientos, pero hay mucho más que la enfermedad. Está la salud. Y por desgracia, actualmente la mayor parte del sistema sanitario español se basa en la enfermedad y no en la salud.

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Paloma

(Asistente quiropráctica en Centro Quiropráctico Ben Liebeskind D.C)

Soy Paloma y soy asistente quiropráctica. Descubrí la Quiropráctica hace tiempo, para finales de mayo del 2006.

Me encontraba en un momento personal difícil, ya que acababa de dejar el trabajo en el que había estado mucho tiempo y me encontraba algo perdida. Lo dejé porque no me llenaba y porque de alguna manera quería poder ofrecer a los demás los conocimientos adquiridos en mi formación universitaria y hacer un trabajo que me hiciera sentir útil.

Y de pronto, un día, leí en el periódico un anuncio muy curioso que me llamó la atención. Y así, conocí a Ben y a Brent. Y después a mis compañeras, y amigas, Bea y Begoña.

Llegué al Centro Quiropráctico llena de ilusión, de nervios, y ¡¡¡de ganas de aprender!!!. No tenía mucha idea de lo que era la Quiropráctica y mi formación universitaria sanitaria tradicional me tenía algo confundida. Tenía muchos conocimientos sobre patologías y sobre tratamientos, pero hay mucho más que la enfermedad. Está la salud. Y por desgracia, actualmente la mayor parte del sistema sanitario español se basa en la enfermedad y no en la salud.

fuí aprendiendo a compaginar mis ideas y conocimientos con otros nuevos que me completaron y me dieron una nueva forma de ver las cosas. Para nosotros, para todos los que trabajamos aquí, la Quiropráctica no es un trabajo. Es una forma de vida.

Yo no tenía ninguna problemática específica. Me consideraba una persona sana porque no tenía ningún síntoma aparente. Pero Ben y Brent me detectaron una serie de subluxaciones en mi columna vertebral y empecé a seguir el programa que me aconsejaron. ¡¡¡Y estoy encantada!!!

La Quiropráctica no trata los síntomas, cuida de las personas, nos da energía y fuerza para vivir cada día a tope y para levantarnos cada mañana con ganas de hacer cosas. Nos devuelve, simplemente, la salud escondida.

Me siento más flexible, con más energía y con fuerza para hacer deporte (footing, spinnig), para irme a cenar entre semana, para quedar con los amigos, para ver una película en el cine un martes … ¡¡¡Tengo ganas de hacer cosas a todas horas!!! No hace falta esperar al fin de semana para disfrutar de lo que más nos gusta. La Quiropráctica es como una pila que te recarga cada día. Y sobre todo tengo ganas de disfrutar de mi hijo y de jugar con él.

Mi hijo nació prematuro, casi 2 meses antes de lo que le tocara, y teníamos claro como queríamos cuidarlo. Teníamos claro que la Quiropráctica sería la mejor forma con la que le ayudaríamos a desarrollarse y a evolucionar.

El trabajar aquí, el poderos conocer a todos vosotros y el poder compartir “parte de mi vida” con mis compañeras Begoña, Bea, Patricia y con nuestro quiropráctico Ben, me llena de vitalidad y de salud. Y el recordar cada día a Brent, me hace valorar cada día más lo que tenemos y me da más energía y más fuerza para compartir con otros el regalo de la Quiropráctica.

David Felipe

Fui al Centro Quiropráctico a los pocos días de salir de la incubadora y conocí las manos de Ben y las de Brent. Fue una gran idea que mis padres me trajeran y que sigan haciéndolo, ya que estoy creciendo lleno de energía y de vitalidad, y con un sistema inmunológico que funciona al máximo de sus posibilidades.

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David Felipe

(Paciente)

Mi nombre es David, y tengo 13 meses. Nací hace más de un año y lo hice de una forma un poco peculiar ya que nací en la semana 34 cuando todavía me quedaban casi 2 meses para estar en la tripa de mi mamá. Pero soy tan curioso y tenía tantas ganas de ver el mundo “que me adelanté”.

Para mis padres fue una gran sorpresa el que naciera tan pronto, pero se hicieron a la idea enseguida y me estuvieron cuidando durante todo el tiempo que estuve en la incubadora. Fueron unos días complicados para todos, pero yo era muy fuerte y todo el mundo en el Clínico de Zaragoza me cuidó fenomenal. Y quiero agradecer a todos los médicos, enfermeras y auxiliares lo que hicieron por mi.

La medicina tradicional me salvó la vida y me permitió poder salir adelante. Fueron mi medio para crecer lo que me faltaba y para desarrollarme del todo.

¡¡Y llegó el día en el que me fuí a casa con papá y mamá!! Y ese día la casa se llenó de sonrisas y de energía positiva. Ya estábamos todos juntos. Y teníamos mucho trabajo por hacer, tenía que evolucionar como el resto de los niños, tenía que recibir una mayor estimulación, tenía que crecer como el resto de los bebés. Y mis papás ya sabían como hacerlo, de la manera más natural y adecuada posible, con la Quiropráctica.

Fuí al Centro Quiropráctico a los pocos días de salir de la incubadora y conocí las manos de Ben y posteriormente las de Brent. Fué una gran idea que mis padres me trajeran y que sigan haciéndolo, ya que estoy creciendo lleno de energía y de vitalidad, y con un sistema inmunológico que funciona al máximo de sus posibilidades. ¡¡Soy un niño sano y fuerte!! Y soy un niño feliz.

Mi objetivo lo tengo claro, quiero seguir desarrollándome como hasta ahora, quiero seguir creciendo sano y quiero seguir viniendo a recibir mis ajustes.

Les doy las gracias a todos los que me están ayudando a ser lo que soy, a los médicos que me ayudaron a vivir y a Ben que me están ayudando a evolucionar.

Nos vemos en el parque …

Consuelo Aznar

Cuando eres joven no tienes en cuenta todos los esfuerzos que haces y luego, de mayor, te pasan factura; así que cuando conocí la quiropráctica casi no podía ni andar (…). Llevo seis meses ajustándome y he mejorado considerablemente (…). Ahora casi voy corriendo, aun así no me conformo y quiero recuperar más salud todavía.

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Consuelo Aznar

(Paciente)

Mi nombre es Consuelo Aznar y tengo 75 años. Soy consciente de que con la edad el cuerpo va cambiando y más aun cuando has trabajado en el campo durante toda la vida como yo. Cuando eres joven no tienes en cuenta todos los esfuerzos que haces y luego, de mayor, te pasan factura; así que cuando conocí la quiropráctica casi no podía ni andar. Tenía falta de movilidad en el brazo izquierdo también eso me limitaba mucho.

Llevo seis meses ajustándome y he mejorado considerablemente. Veo a muchas personas de mi edad operadas de la cadera como yo que llevan bastón sin embargo yo no lo llevo ni lo llevaré. Me encuentro mucho más ágil y con más energía. Sé que tengo que dejar que mi cuerpo recupere poco a poco el tiempo perdido y por eso tengo paciencia. Voy más derecha que una vela, algo que ni me podía imaginar.

En casa me encargo yo de todo, limpio, cocino, friego y lo que haga falta, e incluso cuido de mi hermano. Todas las tardes me voy de paseo con mis amigas y me dicen que me ven mucho mejor. La verdad es que antes casi no podía andar y ahora casi voy corriendo, aun así no me conformo y quiero recuperar más salud todavía.

Mª Carmen Cruces

Y en particular me gustó el método que éste Centro Quiropráctico plantea a la hora de trabajar con sus pacientes, son muy cercanos y cariñosos, pero también son muy respetuosos con las posibilidades de cada uno a la hora de plantear el tratamiento, la pauta, etc.

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Mª Carmen Cruces

(Paciente)

Mi primera visita al Centro quiropráctico vino precedida de una información recibida unos meses antes, sobre los servicios que ofrecían y los beneficios de los mismos. Asistí a la sesión de formación impartida por Brent y me convenció. Me gustó conocer en que se basa la quiropráctica, y que métodos utiliza. Y en particular me gustó el método que éste Centro Quiropráctico plantea a la hora de trabajar con sus pacientes, son muy cercanos y cariñosos, pero también son muy respetuosos con las posibilidades de cada uno a la hora de plantear el tratamiento, la pauta etc.

Por esos días yo andaba bastante dolorida y contracturada, me dolía mucho la parte superior de la espalda y tenía muy limitada la movilidad de los brazos y un poco de las piernas. Comencé las sesiones y casi desde el primer momento empecé a notar mejoría en los dolores que me habían llevado allí, y notaba mayor agilidad en brazos y piernas, pero no sólo eso, empecé a notar que tenia la mente mucho mas despejada de lo habitual, notaba como un gran desbloqueo mental que me permitía trabajar con mayor fluidez que lo hacía antes. Sentía un bienestar casi inesperado pero palpable.

Otro beneficio que yo no buscaba pero que he encontrado es una gran mejoría en una rinitis que padezco hace tiempo y que me obligaba a tomar medicación. Desde que recibo los ajustes prácticamente no tomo mediación. A pesar de que no siempre he podido cumplir el calendario establecido en el tratamiento, he mejorado muchísimo y esto se ha reflejado no solo en mi salud física sino en mi vida en general. Me siento mucho mejor vitalmente con más energías y más alegría.

A raíz de todo esto me he interesado más por conocer la Quiropráctica, sé que hay intentos de convertirla en España en una disciplina universitaria y sería estupendo ya que facilitaría el acceso a ella a toda la población. La he recomendado a otras personas que creo podrían disfrutar de sus beneficios.

Durante el año de asistencia al Centro he vivido la desaparición de Brent y ha sido duro acudir y no verlo ni oírlo, pero ha sido muy grato y profundo ver y sentir la entereza con que Ben y el resto de compañeras han asumido su ausencia y nos han transmitido a todos que la vida sigue y nosotros debemos seguir con ella, además creo que Brent no está, pero nos ha dejado su vitalidad y energía en cada uno de vosotros y de nosotros.

Mª Carmen Cruces Moreno. Abril 2009.

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